Punta Penna
Punta della Penna, el lugar mágico donde se fusionan la realidad y el mito
El segundo faro más alto de Italia, después del Génova Lanterna, es el faro de Punta Penna, que custodia el puerto a unos 8 kilómetros del centro de Vasto. El faro actual, destruido en la Segunda Guerra Mundial, es una copia del original que se completó en 1912.
El promontorio de Punta Penna, a unos 15 metros sobre el nivel del mar, ha sido siempre un punto de referencia para la navegación y para los asentamientos que aquí se han producido a lo largo del tiempo. Los restos romanos que se han encontrado dan testimonio de un poblamiento del que lamentablemente conocemos muy poco. Algunos creen que este fue el sitio de la ciudad de Buca, presente en los mapas de la época y posteriormente desaparecida de las crónicas.
Otros, en cambio, cuentan cómo en el pasado el promontorio se adentró más en el mar y, a unos tres kilómetros de la costa actual, se levantó la ciudad de Aspra. Parece que realmente a esa distancia hay algo en el fondo del mar, pero nunca se ha llevado a cabo una campaña de excavación en esta especie de Atlántida adriática.
Lo cierto es que ya en la Alta Edad Media surgió sobre este promontorio un pueblo, llamado Pennaluce, y fundado sobre los preexistentes romanos. Tenemos noticias de él desde 1006 y sabemos que el pequeño pueblo tuvo cierta importancia comercial durante el período angevino, gracias al puerto natural formado por la ensenada entre Punta della Penna y Punta della Lotta (donde también se encuentra el actual puerto artificial) .
Desgraciadamente Pennaluce se vio debilitada por las consecuencias de algunos terremotos y fue definitivamente destruida y despoblada a principios del siglo XV por un ataque de los venecianos, tanto que en 1417 Giovanna II d’Angiò, reina de Nápoles, concedió a la ciudad de Vasto posesión de la masía, ahora deshabitada.
Así, el sitio quedó sólo como un lugar de devoción, particularmente querido por el marqués don Diego I d’Avalos quien, a finales del siglo XVII, decidió hacer construir un pabellón de caza en el cercano valle del torrente Lebba y en 1689 también se hizo reconstruir la iglesia, con planta de cruz griega. Luego, el templo fue restaurado a mediados del siglo XIX, cuando asumió su forma neorrománica actual.
En la década de 1980 se encontraron bajo la zona del ábside restos de asentamientos de la Edad del Bronce (1000 aC) y restos de un templo romano, lo que demuestra la importancia que este lugar ha tenido siempre para las poblaciones de la zona. Hoy la iglesia de la Madonna della Penna se encuentra en un contexto completamente diferente, ya que se encuentra a la entrada de un pequeño barrio portuario de la década de 1950. Sin embargo, conserva un encanto inalterable dado por la posición con vistas al mar, por el faro que se cierne detrás de él y por la vista que desde allí se extiende sobre la costa de Vasto y hasta el Gargano.
